jueves, 31 de diciembre de 2009

Balance positivo y con nombre propio.
Feliz 2010


lunes, 14 de diciembre de 2009

Historia de una sorpresa.

Toledo en diciembre equivale a frío… A frío y kilómetros de luces antiniebla hasta llegar y ubicarte, hasta pasar calzadas de piedra a la antigua, ya sabes, mojadas y resbaladizas, y conseguir aparcar en parkings pequeños de los que es difícil salir y poder decir “¡uf! hemos llegado”. Pero es bonito, muy bonito, y más si toca Sidonie y consigue calentar el ambiente: No hay nada como disfrutar de un concierto íntimo (algo a lo que en Madrid no estamos precisamente acostumbrados), en primera fila sin agobio alguno, y con la mejor compañía posible para compensar el frío que se pega en los huesos y cantarle al oído, que para algo El Incendio es un disco de amor, ¿no? No hay nada como creer que nadie nos mira, y “es estupendo ser vulgar”. Nada como evitar dormirse con una nana sobre una rebelión de girasoles, con un Marc Ros de Cuentacuentos en el (de nuevo) frío suelo de una Iglesia transformada en Centro de Arte, nuestro Centro de Arte. Nada como que no dejes de fumar y te regañe, o como que no te crea capaz de decirme que me quieres ni siquiera cuando la canción lo proclama siete veces a los cuatro vientos… (Nada como que me lo susurres cuando termina). No hay nada como canciones de actrices frustradas y sin James Dean o como homenajes a George Harrison en forma de sitar. No hay nada como mi “cumpleaños en marzo con una vela y vino barato”, o como una bandeja de chupitos en nuestro honor.
Me gusta el pelo de Axel Pi. No hay nada como un susto final a ritmo de "somos un incendio sin control", que salta las chispas de cualquiera, o como cruzarse con los Sunday Drivers y no poder dejar de mirarles. Nada como que nos pregunten si queremos (“¡¿que si qué?!”), y que hables tú porque a mi me falten las palabras. La próxima vez recuérdame que me vuelva a pintar antes de que me hagas ninguna foto. Odio que se acabe. No hay nada como que el GPS se pierda y se vuelva a encontrar, o como conseguir concentrarme al volante si no dejas de mirarme… Nada como entrar en calor.
Lo que quiero decir es que no es en Nueva York donde “los versos dejan cicatriz”, ¡créeme! es en Toledo.
Bueno, en Toledo y contigo.
"Feliz Incendio"

martes, 1 de diciembre de 2009

CONTRA LOS OJOS AZULES

No tenía ningún problema en reconocer abiertamente que no estaba hecha para esto, y no voy a mentirte, yo también sé que sigo sin estarlo: Nunca he sabido no agobiarme, no agobiarte, y mucho menos contar hasta diez antes de empezar a decirte nada con sentido y acabar callados los dos. No sé exigirte menos, pero he visto demasiadas películas de amor y eso me pasa factura ahora.
No sé ser perfecta.
No sé no llorar, ni controlo que se me ponga la piel de gallina cada vez que me tocas. No sé tardar menos en maquillarme, ni no comer la Nutella con los dedos, o las palomitas despacio. No sé cómo hacer para que no se me enfríen las manos, pero no me gustan los guantes. Me tiemblan las piernas cuando estás cerca. No sé no ser insoportable a ratos, y me cuesta mucho confiar en mí contigo y no en ti sin mí, pero, ¡oye! voy aprendiendo, y es que, ¿sabes? Llegué a apostar que no te encontraría, y ahora le debo una bolsa de chuches a Miguel, el chico que se empapa con la lluvia de París. ¡Te parecerá bonito!
Quédate.
No sé muy bien cómo, pero hace 2x2, 3+1, ó 6-2 meses que apareciste con tu camiseta verde, y ahora tengo un serio problema mental contigo... ¿Para qué nos vamos a engañar? Llevaba mucho tiempo buscándote.